23 de Agosto de 2017
Vivir en Barcelona y trabajar en Roma: Una nueva forma de trabajar en Europa

Hace algunos días, un cliente mexicano
me preguntó cuáles eran las ventajas de trabajar o estudiar en Europa.
Contesté: “una de las ventajas que
tiene la Unión Europea es que, si consigues una oferta de trabajo en uno de los
países miembros, puedes vivir en otro sin ningún problema”.
Con la tecnología, la buena
infraestructura de comunicación y precios muy accesibles en vuelos y trenes,
cada vez más, los europeos viven en un país y trabajan en otro sin que haya una
gran pérdida de tiempo en los transportes.
A la hora de establecer su
estrategia de búsqueda de empleo, los recién egresados y profesionistas de
América Latina también pueden sacar provecho de este fenómeno.
Los
motivos de Jonathan Davey
Existen varias razones que explican
por qué este fenómeno se está extendiendo en Europa: búsqueda de una mejor calidad
de vida, amor, mejores oportunidades laborales, etc.
Una de las razones más determinantes
para los ciudadanos europeos es el motivo económico: vivir en ciudades como
Londres, París o Roma es cada vez más caro.
La historia de Jonathan Davey, un estudiante inglés, es muy representativa de la
situación del alojamiento en Londres.
Jonathan decidió mudarse a la
ciudad de Gdansk (Polonia) y todas
las mañanas vuela con una compañía de vuelo low-cost
hacia la capital británica para seguir su trabajo de investigación en la
universidad y asistir a clases.
El joven inglés hizo sus cálculos y
dedujo rápidamente que le costaría menos vivir a 1.609,43 km de Londres que el
alquiler de una habitación cerca de su universidad. Al año, Jonathan gasta
alrededor de £2.100 (2.800 euros) en
boletos de avión y bus. En cambio, el precio de una habitación alrededor de su
universidad cuesta alrededor de £880 por
mes.
Los
“Next pats”
El caso de Jonathan Davey es un
poco extremo, ya que pocas personas en Europa están dispuestas a volar cada día
durante 2 horas para llegar a su trabajo y 2 horas más para regresar a su casa.
Sin embargo, muchas empresas europeas permiten a sus
empleados el “home office” y pactan con ellos una presencia obligatoria de uno
o dos días. El caso de Sam Cookney es más común.
Sam es a lo que llamamos en Recursos Humanos, un “Next-pat” (la
próxima generación de expatriado (Next expats)). Este ciudadano inglés, que trabaja en una empresa de multimedia, eligió
vivir en Barcelona a pesar de que su oficina se encuentra en Londres.
Los días que tiene que ir a la
oficina son un poco pesados porque tiene que levantarse muy pronto para tomar
el avión de las 7:00 de la mañana y poder beber un café con sus colegas a las
9:30 de la mañana.
Pero Sam Cookney no se queja porque
está viviendo su sueño: vivir cerca del mar con un clima muy agradable todo el
año.
Como anécdota personal, cuando
trabajaba en París, supervisaba a una persona que vivía en Lille (que se encuentra a 225.4 km). Cada año, esta persona compraba un abono anual y en 1
hora estaba en el centro de París. Eso le permitía estar con su novia que
estudiaba en la Universidad de Lille.
Si buscas un trabajo o quieres
emprender en Europa, no descartes este fenómeno. ¡Te puede servir en tu
proyecto!
Este blog ha sido creado para ayudaros en vuestro proyecto de estudiar en Europa o desarrollar vuestra carrera profesional.