08 de Mayo de 2017
Estudiar en Europa y las relaciones amorosas

He
estudiado en varios países de Europa y he llegado a la conclusión de que
estudiar en el extranjero y las historias de amor van de la mano. Empezando por
mi socia que fue a España para cursar una maestría y regresó a México
únicamente para presentar a su familia a su futuro marido español. La gran
mayoría de mis amigos son parejas binacionales que se conocieron mientras
estudiaban por Europa.
¡Estás advertido! Si planeas venir a estudiar al extranjero existen grandes
posibilidades de que vivas una o varias historias de amor. Sin embargo, tienes que tener en mente las diferencias culturales entre América Latina y Europa, si
no podrás tener algunas decepciones amorosas.
Una nueva generación europea
Hace
poco, el programa de intercambio universitario europeo Erasmus ha
celebrado sus 25 años de existencia con un dato muy interesante: uno de cada
tres estudiantes becados por el programa encontró a su pareja durante el
intercambio. Ni siquiera páginas webs famosas de sitios de encuentro como
Tinder o Meetic tienen comparables niveles de éxito
De estas parejas nacieron más de 1 millón de
bebes. La Unión Europea calcula que más de 10 millones de europeos viven
actualmente fuera de su país de origen por razones amorosas.
¡Los
europeos no solo se casan entre ellos! De hecho, los matrimonios entre europeos
y no europeos son muy importantes. Representan entre 2 y 5 veces más que los
matrimonios entre europeos. En 2008, los matrimonios “internacionales” en
Alemania pasaron de 18,700 a 37,500 y en Holanda de 1,200 a 8,300.
Los ingredientes de una
historia de amor
El
programa Erasmus podría compararse a una fábrica de hacer parejas. Las razones
de estas relaciones amorosas internacionales, al final, son muy sencillas:
- El deseo de la gente de integrarse en un nuevo entorno.
- La soledad (El hecho de estar lejos de su casa y de su gente).
- La necesidad de recrear un nuevo círculo de amigos (Fiestas, barbacoas, copas, etc.).
- Los lugares románticos (las calles de París, los museos de Venecia, los parques de Londres, los castillos de Praga, etc.).
- El deseo de aprender una nueva lengua, cultura.
- Compartir una cocina que desconoces.
Son elementos muy potentes que seguramente
hacen que llegues a encontrar a una persona que no habrías encontrado si no
hubieras ido a estudiar al extranjero.
La otra cara de la moneda
Si
bien, es cierto que los ingredientes del coctel hacen la mezcla para enamorarse,
no debes olvidar que también puede ser explosivo debido a las diferencias
sociales.
El amor no es exactamente universal. ¡Por
ejemplo, las pruebas de amor no son las mismas en México que en Alemania!
Siempre
recordaré la cena que tuve en Alemania con un amigo argentino, mi novia de
aquel momento y su amiga alemana. Esta última se enojó bastante porque mi amigo
quiso invitarla en el restaurante. En Argentina, como en otros países de
América Latina, es un gesto de caballerosidad que el hombre pague la cena. En
cambio, en Alemania, es un gesto muy ofensivo sobre todo si las personas no son
pareja.
Existen varios detalles en una relación
sentimental que según tu cultura te pueden parecer obvias, pero que son muy diferentes en Europa. En
México, te declaras a una mujer para que sea tu novia (es muy formal). En
cambio, en Francia, es algo más implícito, somos novios porque salimos juntos a
menudo.
Pero no te preocupes, con nuestros talleres sobre estudiar en Europa verás estas diferencias culturales y muchísimas cosas más.
Author: Brice Bibila
Fuente: Courrier Expat
Este blog ha sido creado para ayudaros en vuestro proyecto de estudiar en Europa o desarrollar vuestra carrera profesional.